jueves, 9 de julio de 2009

NADIE TIENE LA RAZON

A pesar de todo lo sucedido, hoy llegué de buen ánimo a la oficina, con ganas de leer algo que me hiciera reír, que alimentara mi buen humor; para fortuna mía, hoy caía la opinión de una columnista de El Diario de Hoy, a quien tenía mucho tiempo de no leer (solo lo hago bajo esta condición) así que puesto el objetivo pues cayó al pelo. Veo que ella también está preocupada por la situación de Honduras, y realizo que yo no he dicho nada al respecto, así que le dedicaré unas palabras al caso, para que hoy sigamos la cadena, y también ustedes se rían de mí.


Pues es sencillamente insólito, ahí nadie tiene la razón. Si bien es cierto, en política nunca se llegará a una determinación que deje feliz a todo el mundo, pero nuestros hermanos catrachos se pasaron, ahí nadie tiene la razón.


A menudo voy a las hermosas islas de la Bahía en el atlántico hondureño, siempre se identifica a los hondureños –que son igualitos a nosotros, hasta el mismo acento- por su trato un poco más grotesco, más patadón como bien podríamos decir –entre otras cosas-por eso, a pesar de lo grave, no me sorprenden las declaraciones del nuevo canciller respecto a nuestro país y a ciertos personajes de la comunidad internacional, él, el representante de la diplomacia hondureña ante el mundo, hace lujo de su incultura, y grafica con brochazos mágicos la idoneidad de los personajes que componen el nuevo gobierno para el desempeño de sus respectivas funciones.


Lo que sí me sorprende, nuevamente, a pesar de que es algo que también es de esperar, es la reacción de una buena parte de la comunidad salvadoreña, quizá no deja de sorprenderme por que siempre espero un avance, algo distinto, por que soy parte de ésta, pero no, siempre resulto frustrado en mi ilusión de ver progreso.


Por un lado, los que hoy a conveniencia se ofenden por el golpe de estado -por que es un golpe de estado, en Honduras, aquí y donde se quieran llamar democráticos- estos que justifican que los presidentes atropellen la estructura institucional nacional para permitir gobiernos basados en políticas ya inoperantes, viejas, que la historia misma las ha reprobado y descalificado, los “antiimperialistas” que están ayudando a Chávez a construir un nuevo y propio imperio, estos que se están transformando ellos mismos en la esencia de lo que tanto critican.


Por otro, los que ni siquiera aceptan que lo sucedido es un golpe de estado, estos que niegan a la Unión Europea, a los Estados Unidos, en fin al criterio internacional unificado; que justifican la fuerza militar para deponer a un presidente, que no aprenden de la vergüenza internacional que nos hizo pasar Francisco Flores al volvernos el único país que apoyó el intento de golpe en Venezuela. Estos que no miran más que sus bolsillos, el colmo es que saliera Federico Colorado diciendo que al cerrar las fronteras los más perjudicados son las personas de escasos recursos económicos, por que los productos básicos entran con un precio más alto; ¿qué acaso ese auge de los precios no es una estrategia económica para no sacrificar sus ganancias? ¿Para no sobre producir, tener que bajar precios y obtener pérdidas?


Todos mantienen sus mismas ideas cerradas, aquí parece que tampoco queremos tener la razón…


¿Qué debió suceder? Pues la palabra general apunta a que el Sr. Zelaya debió haber sido enjuiciado, hay leyes de sobra que estaba pisoteando; tal vez esto no hubiera sido tan fácil de lograr, hay antecedentes en este tipo de iniciativas del ALBA que muestran que importa poco los medios si se consigue el fin “Bolivariano”, entonces, se pudo usar la fuerza –para encarcelarlo, no para expulsarlo del país-, he escuchado quien piensa que haberlo hecho de esta manera hubiera detonado en una guerra entre el ejército golpista y el del apoyo Venezolano, que la cantidad de muertes hoy sería mucho mayor, sin embargo, también he oído a hondureños decir que prefieren que Honduras sangre por un tiempo a que pierda su libertad para siempre, metaforizándolo un poco, no sé si eso sería "tener la razón".


El último sin sabor que me deja la reflexión, es el hecho que detrás de todo esto, haya un tipo que nos esté poniendo a los centroamericanos en contra, sólo por su pérdida de cordura y sus ansias de expansionismo, qué mal que hoy que empieza a suavizarse la “bota gringa” se comience a sentir opresiones por otros lados, es la de nunca parar, con nosotros siempre en medio, dejándonos maniobrar, viéndonos afectados, haciendo papel de payasos manipulables, de piezas sacrificables, riámonos pues todos de todos, que esto va para largo, y ninguno parece querer ponerse serio…

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